
Emma
Salas
Graphic Designer
Oficina de Buenos Aires
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Nacida Maracaibo, Venezuela, Emma creció en un ambiente inspirador. De chica le gustaba leer las National Geographics de su abuelo y ojear las revistas de arquitectura de su mamá. Esto sembró en ella una inmensa curiosidad por todo – artes, ciencias, filosofía, culturas – y una inquietud por perseguir estímulos y conocimiento. Prefiere escuchar antes que hablar, piensa que siempre hay algo que puedes aprender del otro. Le gustan los retos y si no sabe hacer algo, busca encontrar una solución por su cuenta.
Emma siempre supo que lo suyo era crear, sin importar el medio. Cuando llegó el momento de decidir qué estudiar, entre artes y diseño, ganó el diseño por esto de tener una utilidad. El diseño involucra todo lo que le interesa: crear, organizar, comunicar y compartir; todo en un formato atractivo a la vista y estimulante para la mente.
Terminó su carrera en 2016 y estuvo por un corto tiempo en una agencia de impresos, para luego pasar a trabajar en medios digitales de manera freelance. Además, se dedicó a un pequeño proyecto de cosas hechas a mano.
En 2017, cuando se le presentó la oportunidad de salir de la realidad caótica de Venezuela para seguir creciendo personal y profesionalmente no dudó. Decidió aventurarse a Buenos Aires, aún sin conocer antes la ciudad. Trabajó de cajera y mesonera durante unos meses, siempre con el pensamiento de que cualquier trabajo te puede ayudar a crecer. Esto cambió su perspectiva con respecto a la vida y entendió lo importante que es ponerse en los zapatos del otro. A la vez, nunca dejó de buscar una oportunidad para volver a trabajar de diseñadora gráfica y con la fortuna que tienen los que buscan la llamó Picnic para que se sume al equipo.
En Picnic a Emma no le faltan oportunidades para probarse muchos zapatos distintos y se toma cualquier tarea con optimismo y la idea de mejorar y crecer constantemente.
Aún no decidió qué rama del diseño le gusta más, pero ¿por qué apurarse? Hay tiempo para probarlas todas. Aún mejor, tal vez ni siquiera hay que decidir, sólo disfrutar creando y aprendiendo.