Marta es zaragozana de nacimiento y de carácter, aunque Madrid le robó el corazón nada más llegar a la Universidad.

Estudió Comunicación Audiovisual arrastrada por una vocación insólita, en una familia de médicos y licenciados en derecho. Ella lo tenía claro. Pensar en imágenes, narrar historias, emocionar a través del pensamiento creativo… usar la palabra y la imagen como instrumento de trabajo le fascinaba.

Pronto se dio cuenta que no ganaría nunca un Goya, el cine no era lo suyo, pero exprimió cada segundo de esa carrera que le dio un bagaje cultural y una educación visual que han guiado su desarrollo profesional desde siempre.

Sus ganas, curiosidad y mente inquieta le empujaron a empezar a trabajar muy pronto. Siendo todavía casi una teenager, comenzó a trabajar en una agencia de comunicación de moda. Esos 3 años entre eventos, clippings, notas de prensa y shootings, le dieron sus primeras experiencias trabajando con marcas.

Pero su curiosidad era cada vez mayor, ¿quién era quien se encargaba de pensar esos conceptos detrás de los eventos que ejecutaba? ¿Y esos relatos de marca? ¿Esas historias? Fue en el máster donde descubrió que lo que ella llevaba persiguiendo varios años, se llamaba branding. Ahí encontró su verdadera vocación.

Tuvo la suerte de desarrollar su carrera como consultora de marca en Superunion, consultora internacional donde estuvo 10 años ayudando a algunas de las marcas más importantes del panorama nacional e internacional; y después en Knom, con un enfoque más boutique, donde creó y dirigió el equipo de estrategia durante 2 años.

En Picnic, como Directora de Estrategia, siente que el trabajo que hace está más cerca que nunca de las personas. Escuchar, aprender del entorno, proyectar, y usar esa herramienta estratégica que es la palabra para de verdad crear un impacto positivo en la vida de la gente.

Si hablamos de sus pasiones, podríamos resumirlas en comer y correr. Le apasiona la gastronomía, ya que la considera otra forma de creatividad con capacidad de emocionar a través de un lenguaje distinto, la comida. A través de ella disfruta y se inspira, por eso no duda en viajar siempre que puede para disfrutar de una experiencia gastronómica memorable en cualquier ciudad o rincón del mundo.

En su día a día, es fácil encontrarse con ella a primera hora de la mañana o última de la tarde corriendo por Madrid Río, Casa de Campo o con su equipo de running en El Retiro; porque para ella no hay mejor forma de pensar y dejar entrar las ideas que evadirse corriendo.